Cuando estaba en la universidad leí un artículo en una revista sobre un sistema operativo Unix que podías ejecutar en tu PC de casa, se llamaba Linux y era el hermano pequeño de la familia Unix. No me lo podía creer, tener mi propio Unix en casa ¿para qué? ¿Qué podías hacer con un Unix en un PC que no estaba conectado a ningún sitio? Era sobre 1994, Internet estaba apunto de llegar a los hogares. La realidad es que no podías hacer gran cosa, pero era emocionante poder aprender Unix en tu propio ordenador y eso fue lo que hice, no por que lo necesitase o fuese útil, simplemente porque era apasionante poder experimentar con tu propio Unix. Fue emocionante adentrarme en esta tecnología y experimentar las posibilidades del sistema operativo, más cuando mi generación venía del MS-DOS y las versiones de Windows.
El tiempo ha demostrado que Linux no era solo un pequeño sistema operativo que podías ejecutar en el PC de casa, sino que ha sido una de las piezas claves para el desarrollo de Internet, o más concretamente, de los servicios que se han desarrollado en Internet desde la década de los 90 del pasado siglo. Era abierto, rápido y fácil de administrar, lo que le permitió consolidarse como una de las herramientas fundamentales para la construcción de los sistemas de información. Fue una revolución, un cambio de paradigma en la construcción de los sistemas de información, pasamos de construir sobre grandes y caros sistema propietarios, a construir sobre modelo de granjas de pequeños servidores baratos.
Este cambio de paradigma impulsó la creación de muchos negocios en Internet, los cuales partían de unos pocos PCs corriendo Linux, que iban creciendo junto con la demanda. Y de este modelo de escalabilidad basado en la demanda, surgió el paradigma del Cloud que ha supuesto una revolución sobre la forma en la que se construyen las soluciones, ya ni siquiera necesitamos conocer la infraestructura sobre la que corren nuestras aplicaciones, las granjas son transparentes para nosotros.
Los cambios de paradigma son poco frecuentes y normalmente no suelen venir con señales de aviso, lo que significa que coge a la mayoría de la gente con las defensas bajas. Sobre todo, porque los cambios de paradigma suelen surgir en aquellas áreas que suelen estar perfectamente estabilizadas.
Poca gente pensó que un Linux sería una amenaza para gigantes como Sun Microsystem o Microsoft, pero no fue la tecnología, fue el cambio de paradigma, la nueva forma de hacer las cosas que habilitaba la nueva tecnología y esto es algo que cuesta mucho entender, no se trata de tecnología, se trata de lo que puedes hacer con esa tecnología. Y este es el secreto de la supervivencia en los cambios, el meteorito no mató a los dinosaurios, los mató el hambre por no poder adaptarse al nuevo medio.
Cuando me hablaron de Blockchain en el 2015 me recordó al momento en el que leí sobre Linux en la revista de 1994, me interesó entender cómo funcionaba la tecnología y cuales eran las posibilidades y para entenderlo devoré el libro “Blockchain: Blueprint for a New Economy” de Melanie Swan.
Fue mágico leer sobre una tecnología con tantas posibilidades, Melanie Swan presenta en el libro una serie de casos de usos en los que la tecnología Blockchain podría ser aplicada. Me pareció fascinante las posibilidades de aplicación de esta tecnología para resolver muchos problemas complejos, pero lo que me fascinó no fueron las infinitas aplicaciones, al fin y al cabo, Blockchain se puede aplicar a cualquier caso de uso en el que varios participantes deban tomar decisiones sobre el mismo conjunto de datos. Lo que me atrajo fue que se trataba de un cambio de paradigma en la forma en la que construimos los sistemas de información.
Mi formación como ingeniero dejó de lado las aplicaciones y casos de uso, me atrajo lo que significaba poder construir sistemas de información horizontales, y las consecuencias de este cambio en la manera de construir y comunicar las plataformas que hemos estado construyendo en los últimos 20 años.
Desde el punto de vista IT, los sistemas de información los construimos verticalmente mediante distintas capas de software que se encarga desde la presentación, la implementación de la lógica, a la persistencia y el almacenamiento de los datos. Es decir construimos de manera vertical superponiendo distintas capas. Una vez que hemos construido nuestro sistema de información, lo podemos conectar a otros sistemas de información, los cuales se han construido de la misma forma, con un modelo vertical.
El modelo de plataformas conectadas es sobre el que se despliegan el 100% de las soluciones actuales y funciona!!! Uno de los retos de este modelo es poder mantener información actualizada entre dos plataformas, como por ejemplo, en el caso del esquema anterior, en el que la organización B necesita tomar decisiones en función del dato X, la forma tradicional de hacerlo sería mediante un proceso de integración de ambas plataformas, para que el dato X pudiera pasar de una plataforma a otra. El principal enemigo de este modelo es la desincronización de los datos entre ambas plataformas. La organización B tiene una copia del dato X, no el dato X y debe confiar en el valor de dicho dato para tomar decisiones.
Es decir, en el modelo de plataformas verticales, el dato es copiado una y otra vez, y ambos procesos deben confiar tanto en el origen como en la veracidad del dato.
Y aquí es donde aparece el cambio de paradigma a la hora de construir sistemas de información con tecnología Blockchain, pasamos del modelo vertical al modelo horizontal.
En el que ambas organizaciones construyen un sistema de información descentralizado y distribuido entre ambas, los que significa que debemos construir en horizontal, tanto la capa de infraestructura IT como la capa de código en la que se implementa la lógica de los procesos. Los datos no pasan de una plataforma A a una plataforma B, sino que se juega con un único conjunto de datos compartidos por todas las organizaciones.
La ventaja es que se emplea una tecnología descentralizada como es Blockchain para construir un modelo centralizado del gobierno del dato y el código. Digo que se trata de un modelo centralizado desde el punto de vista puramente funcional, ya que tanto la infraestructura, el dato y el código, están soportados de manera distribuida y descentralizadas, permitiendo a las organizaciones poder administrar sus propios recursos, sin la necesidad de delegar en un tercero esta función.
Las ventajas del modelo horizontal son muchas, pero siempre sobre la premisa de que exista la necesidad de compartir datos que participan en procesos de toma de decisión, entre dos o más organizaciones:
⦁ Simplicidad. Todas las partes trabajan con el mismo dato y/o procesos.
⦁ Seguridad. Todas las operaciones están firmadas digitalmente.
⦁ Transparencia. Tanto los datos como los procesos pueden ser auditados.
⦁ Plasticidad. Los procesos no dependen de las plataformas.
⦁ Colaboración. Nuevos modelos de intercambio de acceso al dato.
En resumen, las organizaciones comparten procesos y datos, lo que permite poder desplegar procesos de manera transversal a las organizaciones que participan. Este cambio de paradigma permitirá incrementar los niveles de colaboración e integración entre organizaciones distintas las cuales tienen distintos intereses.
José Juan Mora Pérez
CTO & Founder